Ya son 73 años. 73 años de una historia gloriosa, enorme y bendita pintada de azul y blanco. Para muchos, una herencia sagrada que permanece y permanecerá hasta el último latido de nuestros corazones. Qué pasión más hermosa la que despierta el embajador; una mezcla única de sufrimiento, alegría, despecho, pero sobretodo, de lealtad con los colores.

El amor hacia un equipo se cultiva, se cuida y se protege, como una pequeña semilla que crece hasta convertirse en una planta imponente y frondosa. Y así, sin importar el clima tormentoso, se conservará por mucho más tiempo. Si algo caracteriza a la enorme hinchada de Millonarios es la lealtad, el aguante y el amor, pero del sincero. Como si fuera la primera vez.

Si estuve contigo en las buenas, en las malas voy a estar más que nunca. Millonarios, haciendo gala de la representación más fiel de la vida, ha tenido, dentro de sus 73 años de historia, momentos de brillantez y a la vez momentos oscuros. Las 13 estrellas conseguidas en el siglo XX contrastaron con un difícil inicio del siglo XXI por los problemas económicos, acompañado de las élites corruptas que se sentaban en el trono para desmoronar poco a poco la grandeza del club. Como si fuera la primera vez.

Diría el escritor uruguayo, Eduardo Galeano, el fútbol expresa “emociones colectivas” así como “fiesta compartida o compartido naufragio, y existen sin dar explicaciones ni pedir disculpas”. No me imagino a un hincha de Millonarios que no sufra, que no sienta una punzada en el pecho cuando el equipo pierda, y mucho menos que sea indiferente ante el bullying incontenido —pero divertido a la vez— de muchos sectores de la sociedad. Como si fuera la primera vez.       

¿Ídolos? ¡Por montones! No tuve la fortuna de ver a jugadores de la talla de Alfredo Di Stéfano, Alfredo Castillo, Alejandro Brand, Willington Ortiz, Arnoldo Iguarán, Juan Gilberto Funes, Jaime Morón, Delio “Maravilla” Gamboa, entre muchísimos otros. Pero los relatos de mi papá y mi abuelo son el mejor lienzo para tratar de pintar a cada uno de estos fenómenos que han pasado por las arcas albiazules. Como si fuera la primera vez.

73 años han pasado desde que Don Alfonso Senior se puso el primer ladrillo que fue formando un edificio invaluable, un sentimiento incansable y un amor para la eternidad. Cada uno recuerde la primera vez que vio a Millonarios, emociónese, que entre la nostalgia y enorgullézcase de estos colores, como si fuera la primera vez.

@cramirezr98