En un futuro les contaremos a nuestros hijos y nietos múltiples historias, la mayoría dolorosas, solitarias, increíbles y algunas épicas. Todas marcadas por la solemnidad de la partida de muchas personas que nos dejaron a causa de la pandemia del Covid-19. Esas tertulias próximas se seguirán alimentando con lo que vivamos en adelante y con lo que vivimos ayer en el estadio.

Un eterno “cuando será” lo esculpimos en nuestras mentes y corazones añorando el regreso al Campín para ver a nuestro Millonarios amado. Un sinfín de aplazamientos forjaron nuestros deseos de incertidumbre, pero también de la convicción que sería inolvidable la sensación de volver a ver a los jugadores con la camiseta embajadora. La impaciencia de un retorno imposible terminó al fin en este partido ante Patriotas.

Mientras me acomodaba en mi puesto de la tribuna de prensa, traté de comparar lo que sentí al abrirse el ascensor del estadio, escuchar los canticos de apoyo a Millonarios y ver el prado verde ya con los jugadores calentando. El nacimiento de mi hija, la primera vez en el estadio, la celebración de un título, un abrazo con quienes queremos, el primer beso a ese amor que nos alteraba el pulso, etc; todas experiencias emocionantes, tiernas, intensas, hermosas, apasionadas: todo lo que Millonarios hace vibrar nuestra vida.

Un pedazo de nuestra vida pasó del 3 de marzo de 2020 al 6 de septiembre de 2021. A muchas personas se les llevo seres queridos y personas importantes, a casi todos momentos alegres al lado de amigos y familias, a todos nos llevó a pasar demasiado tiempo con nosotros mismos. Nunca vamos a recuperar todo lo que perdimos, nunca vamos a querer volver a pasar por estos días infaustos donde un abrazo era sinónimo de peligro, nunca se nos va a olvidar que el estadio es nuestro psiquiatra de cabecera como mi querida Camila Benavides escribió en esta página.

Quinientos cincuenta y dos días pasaron para gritar un gol de Millonarios en el Campín. Que sea la única vez que el Dios que cada uno profesamos nos quite lo que mejor se nos da para nuestra salud mental.

@maugor