Andrés Cadavid no llegó a Millonarios como un canterano con la idea de jugar en el equipo de sus sueños, no llegó siendo un bogotano, no llegó siendo el más aclamado, ni el más querido. Sin embargo, ha sido un guerrero que se ha ganado todo lo que tiene a puro pulso; llegó a Millonarios, como todos sabemos, con el resentimiento de una parte de la hinchada azul al hombro, pues había lesionado a un jugador del club como José Luis Tancredi por allá en el 2011 cuando portaba otra camisa.

Llegó con todo en contra y aun así fue ganando su lugar en este equipo. Tuvo que reemplazar a un central e ídolo de la hinchada embajadora como Pedro Franco. El camino hacia este momento que esta viviendo con el equipo no fue nada fácil, primero tuvo que ganar la titular en la era Lillo en el 2014 y sufrir derrotas dolorosas como la de Junior por los cuartos de final del 2016-1, después de afianzarse en su puesto como titular indiscutible en la era Russo.

El día es 23 de diciembre de 2016, Miguel Ángel Russo es elegido como el nuevo entrenador de Millonarios después del batacazo de la renuncia de Diego Cocca, y aquí cambia el rumbo del equipo. Llega la personalidad y la garra que imprime Russo e inventa al Cadavid capitán, le señala el camino del liderazgo y Andrés sí que supo responder bien a esa gloriosa banda que tantos ídolos portaron. En sus primeros partidos como líder de la cancha ya es goleador ante su presa favorita: Independiente Santa Fe y fecha con fecha va creciendo, ese sentido paternal que lo lleva a ser el general de su ejército, uno que él y Russo crearon.

No se le puede desconocer a Cadavid todo lo que ha hecho por este equipo, ha dotado a sus compañeros de coraje y gallardía, ha hecho de los hombres a su cargo una hermandad con los mismos objetivos. Aprendió amar la camiseta después de venir de caminar por varios por equipos, cedido, al fin encontró su lugar, uno donde es necesario e indispensable, uno que ha construido el mismo; a los más jóvenes los acoge como padre, los tranquiliza y los apoya, a los más experimentados les exige y los alienta.

Cadavid es lo que le hizo falta a Millonarios por tantos años, es no solo el liderazgo, es el corazón del equipo, pues cuando los caminos parecen cerrados y se ven superados apelan a ese amor propio que se ve desde su capitán, por eso saca al equipo, les pide correr, que se maten por el equipo, que lo den todo; por eso mira a la tribuna y levanta los abrazos, pide aliento, pide que todos vayamos para el mismo lado. A Andrés Cadavid hay que quererlo y mucho, pues ha demostrado que su equipo tiene muchas ganas de beber muchos tragos de gloria, que quiere quedarse en la historia del equipo, ser ese nuevo ídolo que tanto hemos buscado y quien más para llevarnos a la gloria, que quien desde atrás gobierna el corazón embajador.

Capitán, gracias por su coraje y valor de defender estos colores como lo haríamos los hinchas, de llorarlo como nosotros, de celebrarlo como nosotros, gracias por convencer al equipo de ser grandes llenos de gloria, gracias por enamorarse de estos colores, gracias por el hambre y por solo alcanzar la gloria con este equipo pues eso sella un trato eterno, que usted es Millonarios y Millonarios es usted.

Gracias primer capitán supercampeón.