Estos momentos es en los que vale la pena estar vivo. Gracias a esta adrenalina que se siente cuando se está a horas de un clásico capitalino es que uno sabe lo que es estar completamente en un trance. El segundo clásico más importante del siglo es este; después de 48 años nos vemos la cara en una copa internacional y la ansiedad junto al insomnio lo saben perfectamente.

Nuestra rivalidad no es otra cosa que la naturaleza, ellos son de marte y nosotros no paramos de ver ese cielo azul tan hermoso que tiene este planeta, ellos vienen de la nada y nosotros siempre hemos sido el todo. Nosotros siempre hemos sido fieles aun cuando ardía acudir al estadio, ellos, bueno, les cuesta alentar.

Nacer hincha de Millonarios es una suerte con la que no corre cualquiera. Enamorarse de estos colores y toda esa gloria que trae con ellos no es para todos, por eso, es que jamás dejamos de ser suyos. Nos diferenciamos en todo de ellos, es cierto que representan todo lo que no somos, pero este clásico no lo vamos a jugar con la necesidad de demostrarles algo, eso ya lo hicimos; lo jugaremos con el amor que le tenemos a las cosas que nos hacen ser Millonarios, saldremos a la cancha y la tribuna con el amor de quien sabe que lucha por su gente.

A los jugadores les quisiera decir que esto es muy importante para nosotros, como lo es para ustedes. Ya demostraron que somos infinitamente más grandes, ya nos dieron la alegría más grande de todas, jugando para nosotros. Con ese mismo coraje, salgan allí y representen el amor del que habla Russo, no a romperles las piernas al rival, si no a romperse las suyas porque este escudo merece todas sus lágrimas, sangre y sudor.

Nosotros estaremos en la tribuna rodeándolos, así que no se sientan solos, entramos todos juntos a darlo todo, por nosotros, por hacer más grande esta historia, y cuando sientan que no les dan más las piernas, miren hacia su tribuna y sepan que estamos ahí para ustedes, que somos uno solo, que este escudo debe ser su antídoto frente al miedo, como lo es para nosotros.

Señor Capitán, sepa que usted lleva la ilusión de miles a su espalda, sé que convive muy bien con esa sensación, pelee cada balón, cuando ellos se acerquen a nuestra portería, deténgalos por nosotros, por su familia, por esta pasión y este sueño tan grande que tenemos todos, guíe a sus guerreros con templanza y el honor que esta institución requiere.

El estadio estará teñido de rojo, de ese color que tanto nos desagrada, nuestra casa será suya por 90 minutos, pero no olviden donde estamos, esta ciudad es nuestra, serán miles los que estarán para ustedes y sus corazones latiendo en la misma frecuencia que sus piernas. Ustedes los héroes que nos trajeron dos títulos frente a nuestros máximos rivales, sin siquiera podernos identificar en el estadio, ahora allí estaremos pintando un pedazo de azul, reventándonos la voz, esperando fundirnos ustedes y nosotros en un abrazo que silencie todo.

Nos van a decir hasta de qué se van a morir nuestras madres, pero nosotros estemos allí amando este escudo, sacando el pecho cubierto de este azul que nos hace suspirar. Esto no es por odio a ellos, esto es por el amor que nos tenemos, por esa hambre de volver a lo más alto, ellos son irrelevantes, porque vamos con esos dientes y esa garra que tanto tienen los jugadores para destruir a cualquiera que se nos pongan enfrente. Nuestro sueño es mucho más grande que su odio.

Te amo Millonarios, gracias por darnos estos momentos de éxtasis, sin ti el futbol sería un error, una copa vacía. Denlo todo en la cancha que en la tribuna siempre los vamos alentar, si estamos todos unidos nada nos detiene, ni siquiera un león. Nosotros vamos por todo con los ojos teñidos de azul.

Valentina Cadosch

@Cadosch12