Perder es perder. Sin embargo, desde agosto de 2016 no veíamos un partido tan flojo como el de hoy en Rionegro.

Millonarios perdió 3-1 en su visita a las Águilas dejando una floja impresión en su desempeño. El partido comenzó con un dominio del equipo local sin respuesta alguna de los embajadores. De tiro libre Osorio Botello marcaría el primer gol del encuentro. Minutos después, en lo que a la postre sería la única jugada de gol de Millonarios, Duque combinó con Huérfano y Del Valle para anotar un gran gol.

En el segundo tiempo Millonarios quiso dominar el partido, pero llegó el segundo gol del rival, en un rebote de pelota quieta, otra vez, que aprovechó el argentino Velásquez dejando sin opción a Fariñez. Luego de una falta boba de Matías De los Santos al lado del área, llegaría de cabeza el definitivo 3-1, por parte de Osorio Botello.

Los cambios llegaron tarde, Rojas que volvía después de la final de diciembre jugó de más, se le nota la falta de competencia, y Millonarios naufragó en la falta de ideas para conseguir el gol.

Se viene un partido muy importante en Avellaneda donde solo sirve traer un buen resultado. Se perdió de mala manera, cosa extraña en este cuerpo técnico.