El encuentro es la base de todas las relaciones, la posibilidad de poder mirarse a los ojos. El encuentro es la promesa de la lealtad, constancia, es esfuerzo y sacrificio. Los encuentros son necesarios, fundamentales, porque los seres humanos somos sociales por naturaleza; necesitamos del abrazo, la caricia y el beso. En este caso, el hincha necesita el encuentro con su equipo, de lo contrario tiene esta sensación de desolación, que falta algo.

Cuando nosotros no tenemos a Millonarios, cuando no podemos ir a su encuentro, sentimos que algo no está del todo bien. No solo conviertes el estadio en el lugar donde alientas, es un lugar donde existes, se vuelve una extensión de tu identidad. Pasar semanas sin poder ir alentar, sin escuchar los cánticos, como si una parte de nosotros estuviera muda; la televisión siempre va tener un reflejo pálido y distorsionado de lo que es ese encuentro porque le pone mute a todos los aspectos que lo hacen especial.

En este momento, si usted no fue de los afortunados en ir a Cota, Villavicencio o Ipiales, por cierto la hinchada ha estado comportándose a la altura del equipo y mucho más, si no ha tenido la fortuna de vivir esa experiencia que es ver a Millonarios en otro estadio que no sean El Campín, a estas alturas, ya debe extrañar a Millonarios, ya tiene que sentir nostalgia de su última vez en el estadio.

No es el único que se encuentra con esta sensación, en la que uno toma aire para suspirar, que busca con desesperación poder escuchar, ver algo de Millonarios. Solo cuenta los días para volver, para volver a vernos, porque no podemos dejar de hacerlo, lo necesitamos, como en cualquier relación todos nos extrañamos y Millonarios nota que tiene ganas de volver a casa, que necesita un abrazo en El Campin.

Si usted ha estado con esta sensación de pérdida, vaya el jueves al estadio. Alentar con ese corazón que saltará al volver a ver el estadio, vuelva con la mentalidad del viajero que lleva meses, años, sin ver ese hermoso recinto. Vuelva como vuelve el equipo, después de un largo viaje, de parar en muchos lugares. Hay que abrazarlo y la única forma es alentando, cantando, que la música vuelva a las vidas que la extrañan, que los goles vuelva a las gargantas que piden ser utilizadas.

Que vuelva la alegría, que vuelva el carnaval. El jueves el estadio debe ser una caldera, debe ahogar, debe Millonarios poder mirar alrededor y estar feliz de volver a casa. Ahí, donde tantos corazones esperán su regreso. Hora de volver a vernos, Millonarios querido.

@Cadosch12