Millonarios terminó su participación en la Conmebol Libertadores con una derrota en el Maracaná ante Flamengo por 3 goles a 0. El fracaso de esta temporada internacional está enmarcado en varias causas que confluyeron en la tormenta perfecta de los desaciertos, malas decisiones y algunas cosas que son imprevisibles en el fútbol. Vamos por partes.

Faltó fútbol. A veces la retina está propensa más a admirar a quienes corren mucho que a los que juegan bien a la pelota; ambas cosas son necesarias, pero la primera por sí sola no marca diferencia en el recorrido de una temporada. El profesor Gamero no le pudo encontrar la frescura y soltura del equipo en el juego, no logró encontrar las variantes que le permitieran mejorar los niveles: el equipo siempre se vio carente de ideas y sus transiciones poco efectivas.

» Lo más importante de todo, y lo más preocupante porque parece que seguiremos así, es la visión ajustada a la poca inversión que tienen los directivos de Millonarios»

Faltó forma física. Millonarios no pudo completar noventa minutos donde el estado físico respondiera. Los momentos de respirar se hicieron más grandes y, salvo en Bolivia, se notó la falta de descanso de las temporadas pasadas y el manejo de las rotaciones a lo largo de los últimos ciclos. La política de darlo todo al principio para después rotar demostró que no ha sido efectiva.

Faltó nivel. Los referentes, aquellos de los que esperábamos una gran presentación, no estuvieron en su mejor momento y para colmo de males, la mayoría estuvo en estas formas futbolísticas. Vargas, Llinás, Maca, Giraldo, Vega, Ruiz, Cataño, Pereira, Larry, Émerson, Montero, fallaron juntos en momentos clave o tuvieron presentaciones con bajo nivel en conjunto. El medidor de “hambre de gloria” nadie lo tiene, pero si deja la duda si a estos jugadores, ganadores todos, perdieron algo de es extra al haber ganado rápido este semestre.

Faltó inversión. Lo más importante de todo, y lo más preocupante porque parece que seguiremos así, es la visión ajustada a la poca inversión que tienen los directivos de Millonarios. Faltaron jugadores y faltaron nombres de jerarquía para ayudar a conseguir los resultados. Tener una visión tan cerrada y financiera del manejo de los refuerzos ante una competencia internacional fue lo que enmarcó todo lo que trajo este primer semestre del 2024-1.

O cambian esa política de austeridad (tacañería llamarían otros) o seguiremos levantando una copa cada 5 años con otra decepción internacional.

@maugor