Millonarios no es solo un club de fútbol; es una pasión, un estilo de vida, un sentimiento que vive en cada uno de nosotros. A lo largo de los años, hemos demostrado que somos la columna vertebral de esta institución, el motor que impulsa al equipo, incluso en los momentos más difíciles. Este año, en particular, ha sido una prueba de nuestra lealtad y paciencia. Hemos estado ahí, en las buenas y mucho más en las malas, acompañando al equipo a pesar del desastre de la Copa Libertadores y las decepciones en los torneos locales. Como hinchas, hemos aceptado con dignidad las derrotas y los malos momentos, nuestro amor por el equipo ha permanecido inquebrantable. Y es precisamente ese amor lo que nos obliga a levantar la voz hoy, porque sentimos que estamos siendo defraudados.
Ser jugador de Millonarios es un privilegio que pocos tienen la dicha de experimentar. No solo se trata de defender unos colores, sino de representar a una institución con historia, con un legado construido a base de esfuerzo y gloria. En Millonarios, los jugadores tienen todo lo necesario para triunfar: un respaldo institucional sólido, y lo más importante, el cariño y la devoción de una hinchada que siempre está ahí. Nosotros, los hinchas, valoramos profundamente la entrega, la lucha, y el respeto por la camiseta. Queremos ver a nuestros jugadores dejando todo en la cancha, defendiendo con orgullo el escudo que llevan en el pecho. Y cuando eso no sucede, cuando la entrega es cuestionable y el rendimiento está lejos de lo esperado, nos duele. Porque sentimos que no están honrando ese privilegio que es jugar en Millonarios.
No quiero que se malinterprete este mensaje. Nosotros nunca olvidaremos los triunfos que muchos de los jugadores actuales han conseguido. Esos momentos de gloria están grabados en la memoria colectiva de nuestra hinchada, y siempre lo estarán. Algunos de los nombres que hoy forman parte del equipo ya tienen su lugar en la historia grande de Millonarios, y eso es algo que siempre valoraremos. Pero, al mismo tiempo, no podemos vivir del pasado. El fútbol es presente y futuro, y lo que vemos hoy nos preocupa profundamente. La falta de compromiso, la caída en el nivel futbolístico, y la aparente apatía en algunos de los jugadores, nos hace cuestionar hacia dónde va este equipo. Es doloroso ver cómo se desvanecen las esperanzas jornada tras jornada, sin que haya una reacción que nos devuelva la esperanza.
Los jugadores de Millonarios hoy están en deuda con su hinchada y con la institución. Sabemos que en el fútbol no se puede ganar siempre; es un deporte en el que se pierde más de lo que se gana, y eso lo entendemos. Pero lo que no podemos aceptar es la falta de entrega, la falta de compromiso que estamos viendo en el campo. Esta hinchada, que siempre ha estado ahí, merece más. Merecemos un equipo que luche hasta el último minuto, que deje el alma en la cancha, que nos haga sentir orgullosos de portar estos colores. El respeto se gana con esfuerzo, con sudor, y hoy, muchos de los jugadores que visten esta camiseta están lejos de merecer el respeto que esta hinchada siempre ha estado dispuesta a dar.
A los jugadores que hoy tienen la suerte de formar parte de Millonarios, les digo: aprovechen esta oportunidad única. Aquí se paga bien, aquí el hincha los apoya con amor y con locura. Pero el fútbol es efímero, y las oportunidades no se repiten. Muchos de los que se han ido de Millonarios se arrepienten de no haber hecho más por quedarse, de no haber aprovechado al máximo esta etapa de sus carreras. No cometan el mismo error. Hoy tienen la chance de dejar una huella imborrable, de ganarse un lugar en la historia y en el corazón de una hinchada que nunca les dará la espalda si demuestran estar a la altura de este club. La vida es de pocas oportunidades, y esta es una que no pueden desaprovechar. Es el momento de despertar, de redimirse, y de devolverle a esta hinchada todo lo que les ha dado. Porque en Millonarios, la exigencia es tan grande como el amor que sentimos por estos colores.
Caemos Juntos
Nos levantamos Juntos
#MillonariosEsSuHinchada.