La rivalidad es definida por la RAE como “enemistad producida por competencia muy vivas”. En el terreno de lo deportivo es obvio que entre Millonarios y Nacional existe rivalidad y existen cuentas pendientes desde siempre, pero nos separan mucho más que los números, nos separan kilómetros y diferencias muy profundas. Este es el enfrentamiento entre la mesura y la extravagancia, entre esa ligera línea que separa a los buenos vencedores de los fanfarrones.
No se puede desconocer qué Nacional es un referente de competencia y buen juego, pero lo cierto es que su historia «gloriosa» es bastante reciente, de unos 30 años para acá el verde de la montaña toma fuerza, mientras Millonarios siempre ha sido el grande del país; ya desde nuestro nacimiento éramos un referente por eso fuimos los embajadores del fútbol colombiano ante el mundo.
Cuando me remonto a la rencilla con Nacional no encuentro un origen, una brecha exacta en que nuestros caminos se fragmentaron para siempre, no hay nada más alejado a lo que quiere esta hinchada que lo que es la hinchada verde. Con esa falta de lealtad, contrario a nuestra nobleza que forjan los malos momentos, está en nuestro ADN; el hincha de Millonarios sufre, pero sufre al lado de su equipo, el verde abandona.
«Millonarios siempre ha sido el grande del país»
Son opuestos obvios de un país, que es tan grande como multicultural, y no hay nada tan contrario a un bogotano como un paisa: OJO, con esto no quiero decir que no tengamos puntos en común o que la violencia sea la respuesta a estas diferencias, cada uno tiene sus gustos y su cultura. El color verde siempre ha sido molesto para los hinchas azules. En nosotros no hay ese amor a la ventaja, a ganar las cosas a como dé lugar y no con una competencia elegante y con altura.
Es parte del folclor del fútbol la rivalidad y no hay que acabarla nunca porque es lo que hace interesante la competencia. La respuesta deben ser los cánticos y el ánimo en la tribuna, nuevas y mejores canciones, una fiesta fenomenal porque, aunque no nos guste nada del otro, su historia manchada por tantos males, la violencia solo nos conduce a un mundo donde no haya rivales; nos necesitamos los unos a los otros para odiarnos, para ponerle picante al asunto.
Y es que ser de otro equipo que no sea Millonarios debe ser difícil, y cuesta entenderlos, porque cómo no amar estos colores hermosos, esta historia que siempre ha estado emparentada con la gloria. Ellos son nuestra antítesis, pero no se preocupen que siempre la elegancia triunfa contra la patanería, si no que lo diga Almirón y todo su cuerpo técnico.
@Cadosch12
Tal vez la rivalidad no se remonta al descarado robo en la libertadores del 89, pero si se podría catalogar ese día como un punto de quiebre en las relaciones entre ambos equipos. Los necesitamos para demostrarle al país la diferencia entre un equipo grande y uno agrandado.
Buen artículo.
Paz.