A usted que siente lo mismo que yo. Usted que es el mayor activo de nuestro club, usted que es hincha de Millonarios, hoy le quiero hablar de un valor que, por encima de muchos otros, debe componernos: hoy le quiero hablar de la fe. Pero, habiendo tantos temas por discutir, el once titular que debería jugar vs América, la lectura al planteamiento de Pinto el sábado, la decisión de la Dimayor sobre el horario de la última fecha, hasta problemas con algunos viajeros en Santa Marta, entre otros, ¿por qué de fe?
Usted y yo, que hemos seguido a este equipo desde que tenemos uso de razón, somos conscientes de una realidad verídica e incuestionable: estamos hechos para sufrir. En la experiencia que tenemos con Millonarios, independientemente de los más o menos años de vida que tengamos, sabemos que a nosotros nunca nos han regalado nada. Siempre nos hemos ido al frente solos contra el establecimiento. Se lo recuerdo hoy, en un momento en el que he sido testigo, incluso he participado, de una gran cantidad de debates sobre la mesa que parecen desestabilizarnos en busca del objetivo común que usted y yo compartimos, a pesar de las demás diferencias que tengamos, y es el anhelo por la 16.
Se continuarán preguntando qué tiene que ver una cosa con la otra y por qué escribo cosas obvias. Una vez más, entro en otro tema y evoco que el miércoles a las 3:30 p.m., Millonarios, usted y yo nos jugamos el partido decisivo del semestre. Decisivo como el de la primera fecha, la victoria de visitante contra Envigado que nos dio el primer impulso para luchar por este campeonato. Decisivo como el de la fecha 11, la derrota contra Pasto en Ipiales, que acabó una racha ganadora de 10 partidos sin perder y sacó a relucir muchos de los errores en nuestra búsqueda por el título. Decisivo como el de la primera fecha del cuadrangular, la victoria contra América en Cali, que fue el partido que, por lo menos a mí, me hizo dar golpes de pecho con bronca y asegurar vehementemente que nada ni nadie nos iba a quitar el campeonato. Sí, mañana nos jugamos el partido decisivo del semestre, como lo fueron todos y cada uno de los partidos que poco a poco configuraron nuestra ilusión en este grupo en particular.
Al fin, ¿por qué hago todo este paréntesis? Quiero acordarle a usted, hincha de Millonarios, que esto ha sido un largo proceso en el que hemos afrontado muchísimas cosas. Partidos que nos hicieron llorar de la alegría o hervir la sangre de la rabia, divisiones en la hinchada, tribunas llenas o vacías, problemas con los arbitrajes, desacuerdos con la entidad organizadora del torneo, ruedas de prensa que nos dejaron pensativos, lesiones inesperadas de última hora, en fin. Una cantidad de elementos que le agregaron el drama que siempre tiene el fútbol a nuestra manera de vivirlo como hinchas.
Por esa sencilla razón, recapitulando, me atrevo con la mayor insolencia del mundo, sabiendo que no soy autoridad moral y que soy, como usted, una hincha más, a pedirle un solo favor: crea. Crea porque este proceso no comenzó ayer. Millonarios, desde la pretemporada puedo asegurar, ha realizado una labor invaluable persiguiendo el sueño de usted, el sueño mío y el de todos nosotros. Crea porque todo se ha hecho de forma transparente. Millonarios con mesura se ha fortalecido y preparado para enfrentar todo tipo de retos y situaciones adversas porque sabemos que todos nos quieren ver caer.
Crea porque Millonarios se lo ha ganado a pulso. Este grupo de cuerpo técnico y jugadores nos regaló el liderato de todo el Todos contra todos, cifras envidiables como la de mejor local, mejor visitante, más goles anotados, menos goles en contra, más figuras de partidos, entre otras. El buen nivel ha sido constante. Crea porque está en nuestro ADN. Como bien lo dije al comienzo, usted y yo somos hinchas de Millonarios y por ende estamos acostumbrados al sufrimiento. Si este campeonato es para nosotros, está claro que nada se nos iba a hacer fácil y que hasta el último momento estaríamos en vilo y con el corazón en la mano.
Digo todo esto porque por lo menos a mi parecer, no es momento para pensar en que nos afecta el horario, en que lo ideal sería jugar de noche para sacar provecho, en que por el horario laboral irán 15.000 y no se ejercerá presión; en que el rival llega herido y la última fecha se le hará más fácil al otro equipo que pelea el cuadrangular, en que nuestra dirigencia no tiene peso y pagamos por eso. Todos esos son factores que ya hemos discutido y no nos deben quitar el sueño, y ¿sabe por qué? Porque Millonarios aprendió a remar contra la marea y es lo que lo hace fuerte.
Por eso, hincha de Millonarios, le pido que tenga fe, más que cualquier otra cosa. Millonarios no necesita un estadio repleto a favor para salir a comerse la cancha o jugar un partido a las 8 p.m. para tener ventaja. No nos desgastemos más, sobreanalizando al rival hasta el punto de parecer temer o desconfiar, o propiciando polémicas en el ambiente que desvían nuestra atención de lo verdaderamente importante. Millonarios solo nos necesita a usted y a mí, concentrando toda nuestra energía y confiando toda nuestra esperanza en su trabajo.
Usted, querido hincha de Millonarios, tenga fe. Crea, porque hoy o mañana, depende de cuando lo lea, nos jugamos el pase a nuestro sueño. Crea y augúrese a sí mismo lo que alguna vez nos auguró Billos Caracas: ¨¡Millonarios será campeón, se lo puedo asegurar!¨.
Isabella Sierra Atencia
@IsaSierra_