Millonarios cayó 2-0 frente a Nacional en el Atanasio Girardot, resultado que significa un durísimo golpe en las aspiraciones de clasificar, dejando un panorama prácticamente imposible tanto matemáticamente como por juego, en un semestre en el que no se cumplió ningún objetivo. Además, se rompió la racha invicta en ese estadio, que se mantenía desde 2017. Una derrota que refleja, más que el marcador, la mala planificación directiva a comienzo de año.

Sorpresa en la alineación

La principal novedad en la nómina azul fue la ausencia de Jorge Arias, sancionado, lo que obligó a Hernán Torres a mover piezas. Samuel Martín tuvo que ocupar la banda izquierda debido a la lesión de Danovis Banguero y la falta de alternativas de calidad en esa posición, la decisión fue una sorpresa que se vio en el pitazo inicial, donde se esperaba que quien ocupara el lugar por la banda izquierda fuera Helibelton Palacios, que tiene más experiencia. El juvenil, habitual por derecha, respondió con carácter, mostrando que puede ser una opción polifuncional, aunque su adaptación aún es un reto.

Los primeros 45 minutos fueron intensos, con oportunidades en ambas áreas. Millonarios encontró desequilibrio en Edwin Mosquera, que cada vez que encaró generó problemas a la zaga verdolaga. Diego Novoa se vistió de seguridad, atajando remates claros de los locales, mientras que David Ospina evitó la caída de su arco tras un disparo peligroso de Hurtado, bien servido por Beckham Castro.

El momento más polémico llegó cuando Marino Hinestroza pareció agarrar a Mosquera en sus partes íntimas. La acción, evidente en las imágenes, fue ignorada por el árbitro y el VAR, a pesar de que el jugador de Nacional ya estaba amonestado. Era roja directa que pudo cambiar el rumbo del partido.

Dos goles evitables

En el segundo tiempo la desconcentración le pasó factura al Embajador, en un tiro de esquina Nacional cobró en corto, el balón paso cerca a Edwin Mosquera que se demoró en reaccionar,  la defensa azul dejó sin marca a William Tesillo, que definió con izquierda para abrir el marcador. Una jugada evitable que evidenció la falta de atención en las acciones a balón parado que ha sido constante en el equipo este semestre.

El segundo gol llegó desde el punto penal, Alfredo Morelos trató de ganar la posición en el área, pero fue sujetado por Sergio Mosquera. En su intento por impedir la media vuelta del delantero, el central azul terminó derribándolo, concediendo un penal que Jorman Campuzano cambió por gol. Nacional estiró la ventaja y sentenció el clásico con el 2-0.

La derrota en Medellín deja a Millonarios prácticamente eliminado de la Liga, confirmando un semestre sin rumbo ni resultados. El equipo de Hernán Torres deberá ahora enfocar sus esfuerzos en sumar la mayor cantidad de puntos posibles en lo que resta del año, con la mira puesta en la reclasificación como única vía para asegurar presencia en torneo internacional el próximo año.