Es curiosa la justicia en nuestro fútbol. Parece que tomara distintos cuerpos y sobre todo muchos discursos para alimentarse. En alguna ocasión hable de las Dimayoradas, y como en muchas ocasiones, su inoperancia es lo que arruina el campeonato. Por ejemplo, no hay nadie en todo el personal que le dé una mirada al calendario de la Conmebol y ayude a sus equipos en competencia internacional; esas cosas generan que los equipos tengan que jugar hasta tres partidos por semana, pero solo tener 25 jugadores inscritos, ¡un escándalo!
Y a la hora de tomar decisiones se hace, como todo en nuestro país, con otro tipo de intereses muy alejados al hecho altruista para el que debería funcionar, el de tratar de generar convivencia, puentes entre un equipo y otro. Tal vez no saben lo que tienen en las manos, lo que el fútbol es para este país, a las masas que se dirigen. En un país tan incapaz de escucharse seguir impartiendo una falsa justicia es muy peligroso porque genera todavía más odio del que cura, y todos estamos de acuerdo de que lo que le sobra a Colombia es odio.
La Dimayor diferencia e individualiza cuando le es conveniente, pero es severa y da ejemplo bajo otros intereses, casi parece que es una persecución contra ciertos equipos, en los que obvio esta Millonarios. Casi evidente, como si ya no les interesara guardar el secreto, porque las sanciones impuestas al club, a nuestro capitán Andrés Cadavid y por supuesto a nuestro rival de turno Atlético Nacional, son diferentes entre si y muy irregulares con el historial de resoluciones entre los dos equipos.
A nuestro club le aplican sanción por dejar entrar al campo de juego a los familiares de los jugadores a celebrar la consagración, cuando si se da a la tarea de buscar imágenes de las celebraciones de los demás equipos todas tienen a sus familiares en cancha ¿entonces solo es valido si el equipo es Millonarios la norma? Son sin sabores que tenemos todos siempre con este ente.
Sancionan a Andrés Cadavid argumentando agresión a un funcionario de seguridad, digamos que en el papel suena justo, si los jugadores se comportan de forma indebida hay que castigar ¿qué hay detrás? La familia de Andrés fue sacada a patadas de la tribuna donde estaban viendo el partido, él mismo tuvo que sacarlas de allí, por su seguridad, luego el funcionario le dio un puntapié y por eso el reclamo. Por supuesto los videos del comportamiento de la hinchada de Nacional, lo grave no es que insulten a nuestros jugadores desde la tribuna, eso lo hacen todas las hinchadas de este país, lo extremadamente grave es que, no solo en sur, los asistentes invadieron el terreno.
Son en este tipo de situaciones las que nos separan mas de convivir como sociedad, y, si en algo tan elemental como el fútbol, la justicia tampoco llega, no podemos aun pensar en partidos con visitantes, porque ustedes generan más odio, que diferente sería la historia si los hinchas verdes hubieran aceptado la derrota con altura, sin este tipo de actos bochornosos que solo nos vuelven a poner el estigma de tercer mundo.
La invitación no es a que la justicia que nos niegan la tomemos por la fuerza, la invitación es a que seamos un equipo diferente a los demás, que le demos un norte al fútbol en este país. Siendo una hinchada muy divergente, llena de personas con valores distintos, pero con muchos acuerdos, vamos a vivir el folclor del futbol, porque a esto jamás se le puede quitar el carácter pasional. La justicia que no nos dan la convertiremos en una fortaleza que nos exija separarnos definitivamente de la corrupción a que huele el fútbol colombiano.
Valentina Cadosch.
@Cadosch12