La goleada es la máxima recompensa del fútbol, es el premio a darlo todo en la cancha, a hacer absolutamente todo bien, y en este momento es la dulce revancha que esta hinchada tanto se merecía; no podría llegar en mejores circunstancias ganar de esta forma, llena, reconforta, da confianza, agranda a los equipos y rebosa las ilusiones de toda la hinchada.

 

Esta fase del torneo nos demostró un par de cosas:

 

La primera, es que Millonarios puede y tiene que ir a salir a ganar en cualquier cancha del país, no valen las excusas: “Es que en tal lugar hace mucho calor”, “Ese equipo es muy complicado”, “Hace mucho frío”, ninguno de esos ‘peros’ valen cuando se sabe que se tiene que sumar de a tres y eso lo demostró siendo el segundo mejor visitante del torneo, dejo ver que es un equipo al que se le tiene que temer porque buscara dar el primer golpe en esa condición.

 

El proceso está rindiendo frutos poco a poco, porque se notó que la curva de rendimiento sube a partir de saber que el técnico Miguel Angel Russo nos acompañara dos años más y no es ningún secreto, que de las cosas que nos han hecho arrastrar estos años. sin ser campeones, ha sido el que no se tenía alguien fijo que llevara al mismo ritmo a la orquesta; y siéndonos sinceros uno trabaja mucho mejor cuando sabe el puesto es asegurado, trabaja con mucho más corazón.

 

Russo sí que ha hecho crecer a los canteranos y a todos los jóvenes que han tocado su manos, un ejemplo de eso es que en la goleada propinada al Cali terminamos con tres canteros en cancha, y de los goles marcados dos tantos son canteros: Huérfano y Mosquera, poco a poco los vamos llevando y con ellos que aman su casa y su colores llegamos mucho más lejos.

 

Este equipo también tiene aspectos a mejorar como la definición y esa irregularidad que tanto nos afectó. Terminamos en esta fase a tres puntos con Junior que tiene una nómina de lujo, pero pudimos terminar más arriba, de no ser por esos puntos que nos fueron entre los dedos por partidos que se jugaron de manera displicente y errada. Hay juegos en donde el equipo no se encontraba y jugadores como Cadavid terminaban atacando. Lo positivo es que los delanteros llegan confiados a las finales, llegan más crecidos, y los necesitamos como nunca.

 

VAMOS A SOÑAR MÁS FUERTE.

 

Hay como ilusionarnos y hay porque ilusionarnos, por más de que hemos tratado de ser racionales y mirar que nosotros no contamos con un jugador de jerarquía, de esos que tanto hemos pedido. Mirar que Millonarios no le ganado a los históricos por más que tuvo todo para dar la estocada y no pudo; el espíritu del hincha se encuentra en la ilusión, en la fe, la creencia que como sea algo pasara. Por eso las cábalas, por eso cada vez que tenemos la oportunidad de pedir un deseo, anhelamos esa noche en que todo se confabule en una fiesta eterna, ya estamos en la gran fiesta.

 

Los jugadores cumplieron el primer objetivo ahora nos toca a nosotros llenar la casa para defenderla, ayudar a los 11 guerreros dispuestos a todo a sentir que ni por asomo están solos, porque Millonarios somos todos, somos esos millones de almas que vibran al mismo son, que sueñan con una noche estrellada cubierta por el humo azul, llegamos a cuartos de final dando la mejor presentación, somos un equipo que dará todo y quien nos quiera arrebatar esa final tendrá, no solo que sudar petróleo si no rezar por no ahogarse en el infierno que será la caldera azul.

 

¡VAMOOOOS MILLONARIOS QUERIDO!

 

Valentina Cadosch

 

@Cadosch12