Millonarios volvió a sonreír en El Campín tras derrotar 3-2 a Fortaleza por la fecha 12, en un partido lleno de emociones y contrastes. La gran figura de la noche fue Beckham David Castro, quien se vistió de héroe con un triplete que devolvió la ilusión al hincha y le permitió al equipo volver a meterse en la pelea por un lugar en los cuadrangulares semifinales.
Lo bueno
Lo más destacado de la noche fue la contundencia de Beckham David Castro. Apenas a los tres minutos abrió el marcador y, cuando el encuentro se complicaba con el empate parcial de Fortaleza, volvió a aparecer al inicio de la segunda parte para devolverle la ventaja al azul. Cerró su actuación con un potente disparo al minuto 70 que selló el triunfo y lo consolidó como la figura indiscutida del compromiso.
El equipo arrancó fuerte, con presión alta y aprovechando errores del rival. Hubo claridad en los primeros minutos para generar peligro, y aunque se dejó crecer a Fortaleza hacia el final, la capacidad de respuesta luego del empate parcial fue clave.
Más allá de la actuación individual, esta victoria fue vital en lo anímico: Millonarios necesitaba recuperar confianza y, con estos tres puntos, sueña con la clasificación, lo que le da un nuevo aire tanto al equipo como a la hinchada.
Lo malo
No todo fue perfecto. El equipo volvió a mostrar su falta de solidez en la defensa y falta de control en el mediocampo que le permitieron a Fortaleza descontar en dos ocasiones. El gol visitante justo antes del descanso reflejó esas falencias en marca que han sido una constante. Además, la vulnerabilidad en los últimos minutos encendió las alarmas: un penal permitió al rival descontar al minuto 90 y puso a sufrir innecesariamente a la tribuna que ya celebraba la victoria.
Millonarios logró quedarse con los tres puntos, pero dejó la sensación de que pudo haber cerrado el partido con más ventaja y sin complicaciones.
Lo feo
Lo más preocupante estuvo en la ansiedad con la que el equipo manejó ciertos pasajes del partido. En vez de controlar con calma la ventaja, Millonarios se apresuró en las decisiones, cometió faltas innecesarias y se complicó solo en la salida. A esto se suma la evidente dependencia de Beckham David Castro: si bien su triplete fue determinante, el equipo necesita que otros jugadores asuman protagonismo. Necesita que Leo Castro comience a sumar minutos y confianza en la cancha. Si el rival logra neutralizarlo, los azules corren el riesgo de quedarse sin alternativas claras en ataque. Lo que necesita ahora más que nunca cuando la clasificación entre los ocho puede ser más una realidad que una simple ilusión.
Millonarios consiguió un triunfo necesario y revitalizador, pero aún con muchos aspectos por corregir. La entrega de Beckham y el empuje de la hinchada que llenó El Campín fueron claves para sumar de a tres. Ahora, el reto será mantener la regularidad, buscar las victorias, corregir los errores defensivos y distribuir mejor las responsabilidades en ataque para lograr la clasificación.