Una fiesta se compone de una ocasión para celebrar, invitados, de vez en cuando objetos que hagan amena ese encuentro, sea licor o comida. Cuando se transpolar al fútbol es lo mismo. La ocasión para celebrar en este momento no es solo el ser líder, con eso ya es suficiente para que asistan, a veces hay que festejar que se existe, que estamos aquí, que estamos juntos. No esperen mostrar su amor solo en las finales, como no esperan solo al cumpleaños de sus seres amados para recordarles lo mucho que agradecen que la vida los tiene juntos.

La relación con Millonarios no es distinta a otras, esta también es una que debe cultivarse, aunque es en la única que creo que existe un flechazo real a primera vista. Esto no significa que no hay que cuidar esa relación, no parecer oportunista, no ser amante de la victoria y la gloria. El amor requiere mucho más coraje y paciencia que eso.

A Millonarios, como decía nuestro fundador, se le debe querer como a un hijo, incondicionalmente. Cuando cae, estar ahí para sanar sus heridas que son las mismas nuestras. Cuando está erguido, como ahora, hay que aplaudirlo y gritar como el padre orgulloso. Pero la celebración no se debería negociar, tenemos tanto para celebrar, no hablo de la victoria, no hablo de ser líderes.

Hablo celebrar que estamos juntos, que nos correspondió enamorarnos de estos colores, de celebrar que es el equipo de nuestros padres. Celebrar existir, celebrar esa camiseta que pedimos sudar, pero que sacamos de vez en cuando. Hoy recuerde que hace años amenazó la vida con quitarnos esa mínima posibilidad de estar junto a Millonarios, de verlo.

Hoy le invito a que abrace al que lo condujo a este camino lleno de locura. Celebren, hagan fiesta porque siempre sale el sol aquí y siempre está teñido de azul. Celebre ver la vida en matices azules, celebre pensar en ese color cada que recuerda ser feliz. Hay que celebrar las copas, los campeonatos, pero a veces basta que recordarnos que estamos vivos para ver a Millonarios líder.

Celebre ese día de suerte que tuvo. Ese día que dio que contar cuando se hizo hincha de Millonarios, recuerde la inocencia del infante que agarraba esta camisa como si fuera un trozo del universo, como si todo el mundo estuviera en su pecho. Los motivos de la fiesta siempre es que estamos aquí, que somos hinchas de un equipo con tanta historia, sí, pero con tanto amor. El hincha de Millonarios es un enamorado de su misma hinchada, de lo que lo condujo a esa tribuna.

La próxima vez que vaya al estadio recuerde todo esto, recuerde que estuvimos cerca no existir, pero seguimos acá. Que está junto al equipo de sus viejos, el que lo ha hecho llorar de felicidad y usted debe devolver tanto amor, tanta esperanza, tantos abrazos. Grite, cante, métale presión al rival, célebre, y nunca olvide cuales son los motivos que lo hacen acudir a esta fiesta.

Millonarios, gracias por existir.

@Cadosch12