Hola, derrota. Nos vemos frente a frente de nuevo, no te extrañé, la verdad, pero sabía que era una posibilidad encontrarte y también que sería doloroso hacerlo. No me repongo del mazazo, el golpe es fuerte y la caída muy dura.
Sé que pasaré algunos días más elucubrando lo qué podría haber sido, imaginando sin cesar, pasando y repasando esas imágenes en la cabeza. Pensando en el grito que quedó atrapado en mi pecho, en las lagrimas que debieron ser de júbilo y no de tristeza, en el abrazo de celebración y no en el de consuelo. Puntualmente seguiré pensando quién levantaría la copa, cómo lo celebraría Gamero, qué iba a decir en el cierre de mi transmisión, desde dónde llegarían vídeos de gente celebrando y así, pero no fue, no en esta oportunidad.
El pasado ha sido un año muy duro. Plagado de momentos tristes en diferentes niveles, en lo personal, lleno de puntos bajos en los que muchas cosas pesaron más de lo normal, en lo social, extrañar más de lo debido a las personas que más queremos, por una enfermedad que nos separó, en lo familiar, algunas despedidas antes de tiempo, dolorosas como ninguna. En lo laboral, la quiebra de muchos emprendimientos que lucharon a más no poder, y en lo deportivo, un camino plagado de infortunio que torpedeó en los momentos clave e hizo inevitable el fracaso. Periodo de mierda que no deja de golpear.
En mi rol de hincha, me permití soñar, creer, anhelar. Sentí la copa en mis manos por unos buenos minutos y creo que por eso duele más haberla dejado escapar. Una vez más la victoria fue esquiva y rápidamente se tornó en derrota. Quema. Al equipo del profe Gamero para este 2021, mucho agradecimiento por acercarnos a la estrella que tanto queremos, la siguiente. Los reproches, que de seguro los habrá, vendrán luego, tendrán su tiempo y su oportunidad.
Creo que los jugadores dieron lo mejor que tienen en el momento, tal vez más adelante crezcan más y puedan solucionar con mayor facilidad en estas instancias importantes.
Algunas personas podrán evaluar de distintas maneras el proceso que cumple Millonarios. Habrán algunos que piensen que esta dolorosa derrota hace parte de un camino a conseguir la victoria constantemente, yo uno de ellos y habrán otros que piensen que hay que tirarlo todo al piso y hacer algo diferente, que se está errando la ruta. No sé, el tiempo dirá.
Ahora, solo tengo ganas de encerrarme un poco en mis propios pensamientos, de asimilar que se perdió y que aunque era una de las dos salidas posibles, mi corazón de hincha siempre quiso verla como poco probable e incluso me tenía al minuto 95 esperanzado con que algo mágico pasara. Pero no fue así.
A ti derrota, que me encuentras de nuevo, te miro a la cara y te permito golpearme una vez más. Sin embargo, lo dije durante cada problema que tuvo mi equipo durante el semestre: luego del golpe, hay dos alternativas, o me voy a la lona y no me levanto, o inhalo, inflo mi pecho y me levanto más fuerte. No sé aún. Habrá que trabajar en ello.
Pd: Finales han perdido todos, sobre todo los que cumplen el primer requisito: LLEGAR A ELLAS.
Pd 2: Siempre que llovió paró. Tarde o temprano saldrá el sol… espero.
@Jcpiza