Parece patético, irracional y absolutamente irresponsable dejar nuestra vida en manos de once, no porque sean desconocidos; los conocemos, los reconocemos desde los más de 68 metros que separan oriental hasta el banco norte donde el equipo se sitúa, aún en aquellos atardeceres donde el reflejo del sol encandelilla a los que se sientan a espaldas de los cerros. Sabemos cada una de sus virtudes pero aún más de sus falencias, conocemos sus momentos de lucidez y aquellos en los que no dan un pase bueno, sus gestos, sabemos cuando se enojan, cuando sonríen por alguna broma del capitán y hasta identificamos la forma de caminar de cada uno.
No, no estamos dejando la vida en manos de desconocidos, es irresponsable porque la dejamos en manos del fútbol, ese tan caprichoso y tan impredecible que no nos permite estar tranquilos aun cuando el marcador sea abultado y el árbitro este por acabarlo. Es que ya saben eso de que “en el fútbol hemos visto tantas cosas…”.
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Y es que para nosotros, los de azul, en los últimos años pareciera que el fútbol nos hubiese cogido como pera de boxeo, por su puesto que hoy parece mucho más irresponsable por más probabilidades a nuestro favor y fácil que se vea, si de algo somos conscientes es que en esto y desde que nuestro corazón esté dentro de ese reloj, nada será fácil.
Afortunadamente para los hinchas nada es racional, hoy volvemos a poner nuestro corazón en mano de esos conocidos, por supuesto que sería más fácil no hacerlo pero es Millonarios nuestra identidad perpetua.
Por eso hoy seamos un poco menos irresponsables, nos jugamos esa pequeña vida que nos hace la vida grande más llevadera, hagamos parte de esto. Que desde nuestra ingenuidad y magia cada cábala cuente, no se ahorren una gota de aliento desde donde estén, pero que el Nemesio hoy sea esa caldera azul de la que siempre nos sentimos orgullosos, que cada bandera sea un motivo, cada presentimiento una razón para estar ahí, que cada catarsis del pasado valga la pena. No lo dejemos solo en manos de once.
Vamos todos juntos porque hoy esto es de todos, se nos tiene que dar.
