Decir que el fútbol me ha dado grandes amigos es una fortuna. Personas con las que juego cada ocho días, con las que voy al estadio, con las que veo fútbol y con las que hablo. Por eso puedo decir, gracias fútbol. Es parte de mi vida y al ser parte de la vida misma, nos va dejando lecciones que nos hacen madurar para siempre. Se vuelve una máquina de recuerdos donde todo tiene sentido cuando muchas personas comparten contigo algo que te apasiona.

En 2010 inicié mi camino en los medios. Luego de unos meses de graduado, conté con la fortuna de empezar a laborar en uno de los medios de comunicación más grandes del país. Y allí conocí a Rafael Quintero. Un periodista práctico, con ‘calle’ y un humor tan negro que se burla de la vida misma con sus gracias y desgracias.

En esas charlas de trabajo, el fútbol es tema obligado. No recuerdo cómo, pero coincidimos en ser hinchas del mismo equipo: Millonarios. Era curioso. Rafa no había vuelto al estadio, mi primo se había ido a Asia y mi ánimo para ir solo al estadio no era el mejor. Tal vez por eso la vida nos cruzó, para volver de nuevo a El Campín para ver a Millos en un momento crucial.

Ganamos en confianza y empezamos a asistir regularmente. Algunos partidos entre 2010-2011 y la inolvidable campaña de 2012 de la estrella número 14 de Millonarios. Y fue inolvidable por muchos motivos. Tuve la fortuna de conocer la familia de Rafa; Su esposa Johana, sus hijas María José y Antonia.

En la campaña de 2012, Majo, su hija, era muy pequeña, pero Rafa –como buen padre– le enseñó a amar los colores y yo siempre lo escuchaba con atención cuando soñaba con llevar a su niña al estadio. Faltaba tiempo para eso, pero los días siempre llegan por más calendarios que falten.

Varias veces que fui a la casa de Rafa, previo a partidos de Millos; veía cómo Majo se ponía a picar papel, alistaba su bandera y se fundía en un abrazo fraternal con Rafa en cada despedida. Era imposible no sentir emoción con esas expresiones de cariño entre padre e hija, pero sobre todo entre hinchas.

Puedo decir que conozco a Rafa en varias facetas, como profesional, como amigo, como consejero, como papá y sobre todo como hincha. Con seguridad esta es una faceta que lo transforma profundamente. Puede ser tan visceral y pasional que cuando lo describo así, la gente no cree que detrás de esa tranquilidad que proyecta en el trabajo hay un hincha que sufre más de 90 minutos por su equipo.

Con Rafa hemos fortalecido un equipo. Nos turnamos la compra de boletas, hablamos del equipo y también de la familia. Algo que extraño de trabajar con Rafa es que los lunes sin falta hacíamos nuestra pequeña polémica sobre Millos. Independiente si íbamos al estadio o éramos visitantes, el lunes ese era un tema obligado.

Cuando Millos jugó contra Junior hace poco, vi la arenga de Andrés Cadavid, capitán del equipo,  antes del partido y recordé que así debe ser la vida misma. Que necesitamos ese impulso previo antes de las batallas y recordar cuáles son nuestros objetivos. Que se den o no ya es otra cosa. Y así imagino a Rafa con su familia. Siempre listos y dispuestos a dar esas batallas que la vida les ponga.

Y hoy escribo estas líneas para rendirle un homenaje a Rafa. Y más que a él, a toda su familia que me abrió sus puertas gracias al fútbol. Me estoy atreviendo a decir esto porque en estos momentos Antonia, la bebé de Rafa, lucha contra una enfermedad, pelea con la valentía de su sonrisa y la fuerza de sus crespos, con la seguridad de Johana, su esposa, y la firmeza de Majo, su hija mayor. Y tomó la valiente decisión de contar su historia en un maravilloso blog.

Gracias, Rafa. Por acompañarme en esa campaña del 2012. Por hacerme llorar como niño cuando vi la foto de Majo en el estadio y sabía que era un sueño cumplido para los dos. Por llamarme para desahogarte cuando no se nos da un resultado, por tenerme en cuenta para ofertas laborales. Por ese abrazo que nos dimos cuando Luis Delgado tapó ese penalti. Gracias por esa amistad.

Ojalá Amber Capital, accionista mayoritario de Millonarios,  sintiera un 0,1 % de lo que siente Rafa por su hija y por Millos…

GUSTAVO CARABALLO

@BASURAVIRAL