En este espacio muchas veces le di palo a las barras populares de Millonarios, por sus malos comportamientos, por las sanciones y, por supuesto, por la reciente forma en que luce la tribuna sur.

Deprimente ver a nuestras dos barras tradicionales divididas por una franja de agentes policiales. Y no solo a las ellos les di palo, se los di en su momento a los dirigentes y a los jugadores; y así como ellos lograron la redención y acá mismo los aplaudí, hoy es el turno de aplaudir a los Comandos Azules y la Blue Rain.

Lo que se vivió en el Campín la noche del domingo es algo histórico, de esos momentos míticos que te regala el fútbol una noche cualquiera. Cuando se dio el pitazo inicial, allá estaba esa horrenda franja hacia un lado un trapo a media legendario de la Blue Rain que reza “Millonarios Futbol Club”; del otro lado del frívolo cerco policial, un trapo que decía “Fuerza Russo” de parte de los Comandos Azules, canciones distintas, todo como los demás partidos.

De un momento a otro, como si de un sueño se tratase, dejaron al Campín boquiabierto: se empezaron a pasar tanto de un lado como del otro hacia el centro del cerco policial. Allí estaban las dos monumentales barras de Millonarios juntas, el trapo de la Blue Rain se desplego totalmente por la tribuna y los Comandos Azules pusieron su trapo a Russo en todo el centro de la tribuna, estaban fusionados.

De un momento a otro el Campín casi llora de alegría cuando desde sur empezaron los canticos a toda voz, todos se miraban y se preguntaban ¿están cantando lo mismo? Sí amigos así era, nuestra barras demostraron lo que hace este amor, lo que hacen estos colores, que lejos de las miles de diferencias y formas de ver el mundo, nos une lo mismo: Millonarios.

Por ahí escuche alguna vez un dicho que dice “A convivir, se aprende conviviendo”, que cosa más cierta y están dando ejemplo de ello. Zanjaron esas cosas que los separan por algo mucho más grande: darle la fiesta que merece al campeón. Devolver un poco de la alegría que ellos ya nos dieron, esto emociona casi hasta querer llorar, porque le da luces a un país que más que nunca necesita amor, ¿y quienes más para demostrar grandeza y altura que nosotros?

Un aplauso de pie para la Blue Rain y Comandos Azules por dar esto, porque de verdad Russo no pudo darnos una mejor lección que ya tomamos por estandarte: “Todo se cura con amor”, espero no sea algo de solo un partido porque sin sus hinchas no es nada, sin el aliento que impulse los vientos a su favor nada puede hacer, Millonarios ya puso las copas, que nuestras barras pongan la fiesta.

Valentina Cadosch.

@Cadosch12